NUESTRA HISTORIA
Conoce nuestra historia en Tijuana, B.C.
Durante el gobierno del señor Lic. Benito Juárez, era común que se repartieran tierras gratuitamente a favor de personas que se aventuraban a buscar nuevos horizontes en regiones apartadas y despobladas. Una de esas personas fue Don Santiago Arguello a quien le fue concesionado por el gobernador José María Echeandía en 1829, un terreno rústico de diez mil quinientas treinta y tres hectáreas en el norte de la Baja California, frontera con el estado de California, Estados Unidos de Norte América.
A estos terrenos después se les conoció como Rancho TIA JUANA en donde Don Santiago se estableció, formó una familia y al fallecer, dejó numerosos herederos, algunos de los cuales a su mayoría de edad dejaron la casa paterna, independizándose varios de ellos para abandonar su país y trasladarse a los Estados Unidos. El rancho de TIA JUANA, empezó a crecer y a prosperar, especialmente los centros turísticos, debido a la prohibición del comercio de licores en los Estados Unidos, este negocio fue explotado sin restricciones en el Rancho de TIA JUANA.
En 1920 aparecieron las primeras casas de juego, casino y garitos, contando con numerosa clientela. En 1923, después de una carrera brillante en el ejército mexicano, llegó a Baja California como comandante militar del Territorio Norte, el Gral. Abelardo L. Rodríguez. Poco tiempo después asumió el cargo de Gobernador del Territorio de Baja California.

Don Alberto Argûello, descendiente de Don Salvador Argûello vendió al General Rodríguez en 1926 una fracción del Rancho de TIA JUANA que incluía los manantiales de Agua Caliente. El Gral. Rodríguez obtuvo entonces el permiso correspondiente para explotar un balneario. Asociándose con otras personas formó un complejo turístico que llevaba el nombre de COMPAÑÍA MEXICANA de AGUA CALIENTE, el 4 de julio de 1927 con un capital de 750,000.00 dólares, se creó el casino más grande y suntuoso de ese tiempo.
Había un lujoso hotel, alberca, baños termales, un campo de golf de 9 hoyos de “pitch and putt”, canchas de tenis, pista de aterrizaje para aviones y grandes arboledas. Muchas de las estrellas de cine más famosas de esa época visitaban este precioso lugar. En 1928, se reorganizó la compañía con el nombre de AGUA CALIENTE JOCKEY CLUB, S. A. inaugurándose el JOCKEY CLUB. En 1929, se agregó al complejo turístico un precioso campo de golf con 18 hoyos y el Club House. En este campo se llevó a cabo el torneo de golf más rico del mundo el famoso TIJUANA OPEN con premios hasta de 25,000.00 dólares en cheque y 1,000 dólares en monedas de un dólar, llamadas SILVER DOLLARS, que le fueron entregadas en una carretilla.
Transcurrió el tiempo y AGUA CALIENTE seguía en su apogeo. Abelardo L. Rodríguez, en 1928 había ascendido a General de División. Al renunciar a la presidencia de nuestro país el Ing. Pascual Ortiz Rubio, el Congreso de la Unión designó al Gral. Rodríguez, Presidente de la República, asumiendo el cargo el 4 de Septiembre de 1932 hasta el 30 de noviembre de 1934. Tijuana seguía creciendo, gente de toda la República emigraba y se establecía en esta ciudad. Tijuana fue cobrando demanda y sus terrenos gran valor. En 1935, el Gral. Lázaro Cárdenas del Río, fue; electo Presidente de los Estados Unidos Mexicanos. El Presidente Cárdenas notando la fama de Tijuana como ciudad del vicio, prohibió los juegos de azahar y expropió la Compañía JOCKEY CLUB de AGUA CALIENTE, quedando las instalaciones a disposición de la Secretaría de Educación Pública. El casino, hotel y otras instalaciones fueron cerradas para luego convertirse en escuela.

El Club House, sirvió como hospital y naturalmente, sin los cuidados necesarios, el precioso campo de golf se convirtió en matorrales secos. Pasaron los años y en 1940, inesperadamente apareció la señora Susana Lucero Vda. De Regnier en Tijuana, representada por una firma extranjera.
Ella decía ser pariente lejana de los Argûello y reclamaba la restitución de los terrenos del Rancho TIA JUANA. Los Tribunales de la Suprema corte de Justicia de la Nación, le reconocían legal propietaria de los terrenos y obligaba a las personas a hacer nuevos contratos de compra-venta a quienes no tuvieran títulos de propiedad otorgados directamente por la sucesión Argûello. La señora Regnier antes de llevar a cabo estos proyectos en contra de los intereses generales de los Tijuanenses, que habían comprado sus propiedades y eran reconocidos válidos por el Gobierno del Territorio Norte de la Baja California, muere, estableciéndose de nuevo la tranquilidad, de los Tijuanenses.

Pasaron los años y la amenaza en contra los Tijuanenses y del Campestre se hacía cada vez más grande. En el año de 1966, el Gral. Rodríguez exhortó a los socios a defender con hombría el Club. Como eran épocas de sequía, el campo se encontraba en un estado deplorable. El señor David Cota, en ese tiempo Presidente del Club, se reunió con varios socios para planear la rehabilitación del campo de golf y la manera de motivar el acercamiento de los asociados, ya que se consideraba casi perdida la situación. Un grupo de 15 socios entre ellos David Cota, Miguel Calette, Gustavo González E., Miguel Bujazán y otros, facilitaron al Club la cantidad de 5,000 dólares cada uno, reuniéndose la cantidad de 75,000 dólares, dinero con el cual se construyó la planta interior para el tratamiento de aguas negras que sirvió para el riego del campo y así demostrar el interés que tenían de conservar los terrenos e instalaciones del Club. El problema de inseguridad sobre las propiedades duró más de 30 años.
El señor Miguel Calette, Presidente del Consejo Directivo durante el período 1966-1967 uno de los años en que el Club se veía en más peligro de ser perdido, era asesorado por los abogados Alfonso Cárdenas Mora, Ascanio Fernández Pinto, Diego Peniche y Roberto Pérez G., quienes estuvieron de acuerdo en promover una organización que defendiera al pueblo de Tijuana contra las acciones de la I.C.S.A. Se formó el Comité de DEFENSA del PATRIMONIO FAMILIAR de TIJUANA, haciéndose responsable de la defensa del patrimonio de los Tijuanenses y del Club Campestre. Con el apoyo moral de Lic. Echeverría Álvarez, entonces secretario de Gobernación de la Nación, siguió la lucha. Hubo necesidad de enfrentarse con diferentes problemas como lo fue el acto de funcionarios judiciales que, después de sacar a todas las personas de las instalaciones del Club, clausuraron y sellaron las puertas de servicio, dando posesión material del terreno e instalaciones a la I.C.S.A. El señor Víctor Barrón, entonces Gerente del Club, fue en esa ocasión nombrado Depositario por las autoridades.
Pasaron los años y la amenaza en contra los Tijuanenses y del Campestre se hacía cada vez más grande. En el año de 1966, el Gral. Rodríguez exhortó a los socios a defender con hombría el Club. Como eran épocas de sequía, el campo se encontraba en un estado deplorable. El señor David Cota, en ese tiempo Presidente del Club, se reunió con varios socios para planear la rehabilitación del campo de golf y la manera de motivar el acercamiento de los asociados, ya que se consideraba casi perdida la situación. Un grupo de 15 socios entre ellos David Cota, Miguel Calette, Gustavo González E., Miguel Bujazán y otros, facilitaron al Club la cantidad de 5,000 dólares cada uno, reuniéndose la cantidad de 75,000 dólares, dinero con el cual se construyó la planta interior para el tratamiento de aguas negras que sirvió para el riego del campo y así demostrar el interés que tenían de conservar los terrenos e instalaciones del Club. El problema de inseguridad sobre las propiedades duró más de 30 años.
El señor Miguel Calette, Presidente del Consejo Directivo durante el período 1966-1967 uno de los años en que el Club se veía en más peligro de ser perdido, era asesorado por los abogados Alfonso Cárdenas Mora, Ascanio Fernández Pinto, Diego Peniche y Roberto Pérez G., quienes estuvieron de acuerdo en promover una organización que defendiera al pueblo de Tijuana contra las acciones de la I.C.S.A. Se formó el Comité de DEFENSA del PATRIMONIO FAMILIAR de TIJUANA, haciéndose responsable de la defensa del patrimonio de los Tijuanenses y del Club Campestre. Con el apoyo moral de Lic. Echeverría Álvarez, entonces secretario de Gobernación de la Nación, siguió la lucha. Hubo necesidad de enfrentarse con diferentes problemas como lo fue el acto de funcionarios judiciales que, después de sacar a todas las personas de las instalaciones del Club, clausuraron y sellaron las puertas de servicio, dando posesión material del terreno e instalaciones a la I.C.S.A. El señor Víctor Barrón, entonces Gerente del Club, fue en esa ocasión nombrado Depositario por las autoridades.
Otro problema fue la invasión y posesión por la fuerza, de los campos de golf por algunos estudiantes que querían que se les construyera una Universidad, viendo los problemas de la I.C.S.A. con el Campestre y reconociendo en el Club un predio amplio, ilegalmente y en contra de las propias autoridades universitarias, formularon una huelga y enseguida tomaron posesión de las instalaciones del Campestre, donde sin ningún respeto al derecho y las garantías constitucionales de la propiedad privada, destruyeron y saquearon las instalaciones, incluyendo objetos propiedad de los socios. Gracias a la valentía y unión de los asociados, que defendieron con honra su Club, todo esto se solucionó. El Lic. Echeverría Álvarez ya como Presidente de México, expreso su deseo de que terminara el problema de la I.C.S.A. y de que el Gobernador de Baja California, Lic. Milton Castellanos Everardo tratara de reunir a los representantes de las dos partes interesadas para ver si se lograba llegar a una transacción razonable y justa.

El Gobierno del Estado decidió participar en el conflicto, pero debido a las intransigencias de la I.C.S.A. se hacía difícil llegar a un acuerdo. El Lic. Castellanos, sugirió una entrevista con el Presidente Lic. Echeverría para que ante él se revisará el problema. Fue indudable el interés y el apoyo del Lic. Echeverría que escuchó las dos versiones. Se propuso que fuera él, el árbitro inapelable de este problema. Ante esta declaración la I.C.S.A. no tuvo otra alternativa. Poco después el señor Presidente le preguntó al señor Calette, cuanto le podría pagar a la I.C.S.A. para que desistiera del juicio. El Campestre disponía solamente de 30 millones de pesos. Al poco tiempo el Presidente informó que había logrado que la I.C.S.A. aceptara la cantidad de 42 millones de pesos y ofreció facilitar un préstamo de gobierno por los 12 millones que faltaban.
El señor Luis Fimbres, Presidente del Club en 1972, propuso la venta de 48 lotes fraccionados del terreno del Campestre a lo largo del Blvd. Aguan Caliente y la Av. Sonora de la que se obtuvieron los 42 millones de pesos que se le pagaron a la I.C.S.A. Gracias al señor Presidente Lic. Luis Echeverría Alvarez por su patriótica intervención, así como al Lic. Milton Castellanos E., Gobernador de Baja California, pudo sobrevivir esta organización. En 1976, viendo la necesidad de ampliar las instalaciones de la vieja Casa Club del Campestre, ya que eran insuficientes para el número cada vez mayor de asociados, en una junta presidida por el señor Jorge Noriega, entonces Presidente del Consejo Directivo, se llegó a un acuerdo: el de construir un Club más funcional y moderno. Se nombró al señor Raimundo Arnáiz, Presidente del Comité pro-construcción del nuevo Club, La obra tardó tres años en ser terminada, y en 1979, se inauguró el moderno edificio del Club Social y Deportivo Campestre de Tijuana, A. C.
Nuestro campo de golf, es uno de los más bellos del país. Desde luego tiene los 18 hoyos reglamentarios, es par 72 profesionales y cuenta con un total de 68 trampas. El campo de golf del Club Campestre ha sido escenario de grandes acontecimientos, en el que se han celebrado varios campeonatos internacionales, con profesionales de prestigio internacional, tanto de México como del extranjero. Del Club Campestre de Tijuana, han salido magníficos deportistas que han triunfado a nivel internacional como son Víctor Regalado, Ernesto Pérez Acosta, Estanislao Guerrero Mercado y Armando Favela, las tenistas, María del Carmen Casta y Angélica Gavaldón, el nadador Ascanio Fernández Pinto Jr. y la nadadora Ivette Valle Gutiérrez, entre otros.
Además del Campo de Golf, cuenta en el área privada de Asociados, con canchas de tenis, gimnasio, raquetbol, frontenis, alberca interior de 25 metros, alberca exterior, baños, salones recreativos y cuenta también con un salón llamado AGUA CALIENTE, en honor al pasado, en el que se llevan a cabo eventos como graduaciones, conciertos, bodas, bailes, conferencias, etc. El Club Social y Deportivo Campestre de Tijuana, A. C., tuvo el privilegio de acudir al rescate del patrimonio de todo el pueblo de Tijuana, y la ciudad de Tijuana puede sentirse orgullosa de esta institución que es sin duda una de las más bellas del país.